Vaya que fue un gran desafío este Milo- Farellones, 34 Km, 1650 m de desnivel (se llega a 2.300 m de altura). Participamos Lucía y su hijo Maxi, en categoría familiar 5 Km, Rodrigo y Tamara en 12 Km y María Elena, Cristián, José y yo en 34 Km. Lucía y Maxi salieron terceros en su categoría, ¡Felicitaciones! Está naciendo un futuro campeón. Finalmente a Tamara y Rodrigo les quedó chica la meta de 12 y siguieron más allá, Rodrigo completó 16 Km y Tamara junto a José llegaron al Km 24. Los ‘Tíos’ María Elena y Cristián llegaron hasta la curva 31 y yo hice las 40 curvas: llegué hasta arriba a las 14:15, en 3 hrs 45’, con un par de problemas: primero, ¡¡No estaba la meta!! Estos wnes acababan de bajar, no quedó nadie de la organización arriba y todos los que llegamos después sencillamente cagamos, perdonando la expresión, incluso los que mandaron su ropa en transporte, no tenían con que abrigarse y hacía un frío que te lo encargo (calculo unos 5°). Ni una medallita para los que llegamos, los puestos de abastecimiento tenían Coca cola en vez de isotónico, mucho tráfico, autos, motos, 4x4, camiones y ¡Hasta una caravana de buses! con camino sin berma y lleno de curvas con poca visibilidad, o seeeaa. Pésima organización.
Tuve otro problema estando arriba, me contracturé, pero no las piernas, sino el hombro izq al hacer un esfuerzo por tratar de ponerme los pantalones del buzo, terminé en el suelo del dolor y tuve que esperar un buen rato para poder tomar la cleta y bajar. Moraleja: en carreras largas hay que elongar también hombros, no sólo piernas.
